La complejidad de quienes somos es el resultado de una conciencia formada a través de recuerdos. Nuestra conciencia, o nuestro infinito interior, es un lugar de reunión con recuerdos que conecta las tres dimensiones del tiempo: cuando se evocan en el presente, los recuerdos se refieren al pasado, pero siempre con miras al futuro.

Gotas frías de agua que caen sobre la piel durante una lluvia de verano. La luz de la aurora boreal, que a través de sus curvas guía la mirada en la inmensidad del cielo nocturno. El hielo que, incluso cuando está congelado y rígido, eterniza la fluidez del agua en su forma líquida. El ritmo de los troncos de árboles en un denso bosque que condiciona la forma en que nos movemos dentro de él.

Nuestra suite Infinito Interior tiene como objetivo acercarnos a las relaciones esenciales que creamos en la vida con el entorno natural, proporcionando un desencadenamiento de recuerdos involuntarios a través de los elementos que componen el proyecto. Durante el proceso de desarrollo, utilizamos herramientas digitales para el modelado paramétrico en 3D, creando un entorno dinámico que permite una conexión inmediata del visitante con el lugar.